domingo, 6 de mayo de 2012

Informe academico


El informe es uno de los textos académicos que más dificulta ala estudiantado de las universidades, lo cual se debe a que muchas veces desde la docencia no se les plantea una guía que realmente les resulte sencilla.

Esta crítica, aunque suene dura y chocante es cierta, porque cuando se les pide a los estudiantes que realicen un informe, se hace como si éste fuera la muestra del rigor científico y no el resultado de una experiencia sensorio motora vivida en el entorno de la academia. La cual, es una más entre las muchas que se dan a lo largo de la vida de cualquier ser humano.
Ahora bien, lo anterior no quiere decir que un informe académico no implica cierta cientificidad, más bien lo que se quiere señalar es que el informe se puede entender como un texto que se escribe con la intención de informar a alguien sobre los resultados obtenidos en una experiencia académica. Para lo cual se deben responder a interrogantes de eventualidad, tales como: ¿Qué se hizo?, ¿quién lo hizo?, ¿para qué se hizo?, ¿con qué finalidad se hizo?, ¿cómo se hizo?, ¿con qué se hizo?, ¿qué se encontró? y ¿qué significa lo encontrado?
La diferencia entre un enfoque y otro es que mientras en el primero se mira el texto del informe como el producto de un gran esfuerzo cognitivo y cognoscitivo, en el segundo se entiende como la recreación de algo que se vivió y que dejó un aprendizaje, por lo cual es digno de guardar en la memoria (USB y Neuronal


¿Cómo se estructura un  texto o informe  académico? 

La estructura que presenta todo trabajo académico se puede sintetizar en los siguientes 
componentes: 
a)  La presentación: “Di de qué vas a hablar” 
b)  El núcleo: “Habla” 
c)  El cierre: “Di de qué has hablado” 
La presentación o introducción se compone de un  título, un índice general y un sumario, una 
introducción sobre los principales temas a abordar, agradecimientos, etc. 
La presentación es la encargada de provocar las primeras impresiones al lector. El título, el 
índice y el sumario brindan una idea rápida del texto y deben permitir que el lector sea capaz 
de responderse preguntas, tales como: ¿me interesa?, ¿debo leerlo?, ¿debo leerlo completo?  
El sumario o resumen constituye una síntesis de todo el trabajo. No es un relato sobre los 
distintos capítulos o temas a abordar, sino un resumen  preciso del documento en su conjunto. 
La elaboración del sumario constituye una actividad relevante y exigente. Es relevante porque 
permite al lector tener una idea general sobre los  temas tratados y las conclusiones. Es 
exigente porque implica un esfuerzo de abstracción en relación a las ideas fundamentales del 
trabajo.    
El capítulo introductorio de un texto académico también anticipa el contenido del trabajo.  
Debe ser breve y, en general, presenta los distintos temas a abordar, señalando el orden en 
qué serán presentados. Generalmente, la introducción y el sumario son lo último que se 
redacta,  porque cumplen la función de  “Di de qué vas a hablar”. Entonces para hacerlo 
correctamente suele ser necesario haber culminado completamente la elaboración del texto. 
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Estructura de Textos Académicos | Serie Estructura de Textos Académicos | Número 1El núcleo o cuerpo está conformado por el problema a estudiar, los objetivos del trabajo, los 
antecedentes, el marco teórico,  la metodología empleada, dependiendo del tipo de texto 
académico de que se trate.  
El cuerpo constituye el elemento central y es dónde se concentra la información y la 
argumentación del texto. El análisis de la información se estructura en capítulos que 
responden a los ejes temáticos del trabajo. Los capítulos, a su vez, suelen organizarse en  
apartados para facilitar tanto la lectura como la formulación del desarrollo del texto.  
Por último, el cierre incluye las conclusiones del trabajo, las recomendaciones, etc. Al igual 
que la introducción, se caracteriza por ser un texto breve y esquemático, constituyendo un 
recurso organizador de todo el contenido del trabajo. 
El cierre presenta los resultados del análisis y es dónde se registran los nuevos conocimientos. 
Asimismo, proyecta la información hacia el futuro ya que permite la preparación de tareas 
posteriores, tales como la formulación de nuevas hipótesis, la preparación de nuevas 
investigaciones y, en el caso de los informes técnicos, las recomendaciones o conclusiones 
finales.  
¿Qué otros elementos debe contener un  texto académico?
Todos los textos académicos deben contener las fuentes bibliográficas que han sido utilizadas 
o a las que se ha hecho alusión y, en algunos casos, contienen un apartado con anexos. 
En los anexos se agrega toda la información que es necesaria para demostrar la idea y que no 
resulta imprescindible que aparezca en el cuerpo principal. Estos solo constituyen un material 
complementario, por lo que el texto debe poder ser comprendido por el lector sin los anexos. 
La  bibliografía incluye el listado de todas las fuentes citadas en el texto, conteniendo las 
referencias bibliográficas completas y ordenadas alfabéticamente. 
Además, las notas al pie, los párrafos y la propia  estructura de la página contribuyen a 
organizar los datos e inciden en la confección de un texto académico. 

Estructura de Textos Académicos     
¿Qué características debe tener  un  texto académico? 
Finalmente, las características que debe tener cualquier trabajo académico se pueden resumir 
en que debe ser:
Pertinente: Que resulta oportuno y adecuado a la situación en la que se produce
Programático: Que sigue un programa o un orden
Perspicaz: Que analiza con agudeza y profundidad
Preciso: Claro, conciso, que expresa lo esencial

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